Nuria escribía el otro día que le apetecía ir a ver La soledad.
Pues el caso es que yo me adelanté y fui el pasado miércoles, a la última sesión, la de las diez de la noche.
Quizás fuera eso, que ya era un poco tarde, y después de todo un día de trabajo... pues casi me duermo. Cosa que con casi un metro noventa de estatura, encajado en la butaca del cine (es de esos que aún no se han dado cuenta de que el espacio entre filas se queda un poco estrecho), no es muy agradable.
Como dice un amigo mío, Alberto, yo no sé de arte, ni de cine, ni de literatura, sólo sé si algo me gusta o no. Y el caso es que a mí, la película en cuestión, no me gustó. Pero como no soy miembro de la academia... Sólo les faltó darle el premio a mejor banda sonora.
A este ritmo, por mi parte, los que se van a quedar solos son los del mundo del cine español. Para la siguiente prometo no hacerles caso, e ir a ver lo que me apetezca.
4 comentarios:
¡Qué decepción! Yo que tenía tantas ganas de verla...
Pues vaya, yo, de todas formas, no es por no fiarme, pero me gustaría verla para poder opinar con fundamento. Eso sí, también estoy de acuerdo con Alberto, en que sólo sé si me gusta o no, y ya está.
un abrazo!
Eso os pasa por ir a ver cine español de este raro.
JAC, no es raro.. hombre! Es polivisión o algo así! ;))
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