Hace como un par de semanas, bajo el tejado de la casa que hay frente a la ventana de la oficina, vi cómo varios grupos de golondrinas se quedaban agarradas a la pared, en los pequeños huecos que quedan entre ladrillo y ladrillo.
En un primer momento pensé que se estaban resguardando del chaparrón que caía en ese momento, pero lo mismo estaban decidiendo quién se quedaba ese sitio tan bueno para hacerse un nido.
Así que el pasado martes ya se podía ver una pequeña línea de barro pegada en la pared, los cimientos de una nueva casa. La han ido construyendo a lo largo de una semana a base de incontables vuelos desde quién sabe qué charco para hacer la mejor mezcla de barro.
He conseguido hacer unas fotos del proceso. Están un poco lejos y borrosas, pues he tenido que usar el "zoom" digital de la cámara. Pero más o menos se puede adivinar cómo el nido ha ido creciendo a lo largo de esta semana. En las últimas fotos incluso se adivina ya a las inquilinas.
Por suerte a las golondrinas les da lo mismo que el número de hipotecas caiga un 40% en el pasado mes de marzo.
1 comentario:
Son unos bichos simpáticos, con esos vuelos rasantes que hacen para coger agua y barro en charchos y arroyos...
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