Claro, ahora entiendo el motivo de que ayer al acostarme me sintiese tan cansado y tuviese tanto sueño. La culpa fue de los cuentos. Toda la tarde escuchando historias, con la boca abierta y los ojos como platos, como un niño pequeño. Completamente absorto entre canciones infantiles, leyendas de príncipes y princesas, historias de miedo, bailarinas con piernas de trapo... Y eso, como el cuerpo es sabio y se acuerda de los tiempos de niñez, cuando antes de ir a la cama me contaban un cuento (el del gallo Kiriko, sin ir más lejos) pues al final se nota, de ahí que estuviera tan cansado y con tantas ganas de dormir.
Jose (Paco) cumplía años esta semana, 28 ya, y además de recibir algunos regalos, él nos obsequió con uno muy especial. Una velada de cuentos en el "Libertad 8", una cafetería en el centro de Madrid, conocida por sus conciertos de cantautores, y también por sus veladas de "cuenta-cuentos". Y entre todas esas historias a las que nos invitó estaba su obsequio, su cuento, sobre el viento de la bahía.
Felicidades Jose (Paco), por tu cumpleaños y por tu bonita historia. ¡Y gracias! ;- )
1 comentario:
Me alegro mucho de que os gustara la contada. La verdad es que creo que fue una tarde bastante mágica.
Y gracias a vosotros por venir tanto al cumpleaños como al Libertad :-)
Publicar un comentario