Cuando una carrera lleva celebradas 31 ediciones, por algo será.
Cuando, además, se celebra en verano, en un pueblo, y con no excesiva asistencia de corredores, me va quedando más claro aún el motivo. No sé si será ésta la fórmula o el resultado, pero me encanta de esta prueba lo siguiente: buen ambiente, animación del público, el pueblo en fiestas, carreras para los más pequeños, sorteos, premios muy repartidos, un circuito exigente pero muy bonito...
Y si además, todo eso se adereza con una buena compañía, después una terraza, un merendero, una buena tortilla de patata y una buena siesta, no se me ocurren muchas cosas más que pedir para un buen plan de domingo.
De esas carreras que crean afición, tanto entre los que corremos, como entre los que nos acompañan... espero.
1 comentario:
Vivan los planes de dominguero!!!!!!!!
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