En los últimos 15 días he participado en dos triatlones. El primero, el 5 de junio, clasificatorio para el Campeonato de España de Triatlón, distancia 'sprint'. El segundo, el 18 de junio, Triatlón Villa de Madrid, distancia 'olímpica'. Los dos en la Casa de Campo, los dos nadando en el agua verde del lago. Los dos subiendo Garabitas varias veces. Y los dos sin imágenes. Al menos imágenes que puedan servir para demostrar que estuve allí, aunque sí imágenes en mi retina.
La primera imagen, la del lago, por supuesto. Agua verde y menos mal olor que el año pasado. Eso, o mis pituitarias han ido perdiendo sensibilidad. Del sprint me quedo con la imagen de cómo hay que nadar, deslizando, y no dando golpes al agua como yo hago. Salí en la primera serie, así que pude comprobar estas sutiles diferencias con los que me iban adelantando y que habían salido unos 3 minutos después. Del olímpico me quedo con la imagen de mi reloj. El doble de distancia y menos tiempo por vuelta que en el sprint (sin ser mucha mejora, me deja un buen sabor de boca). Ayuda el conseguir coger un pequeño grupo y aprovechar el ir a pies de alguien, claro.
La segunda imagen, en la bicicleta. Del día 5 se me ha quedado la doble imagen de grupos pasándome en las bajadas y en el llano, mientras yo me peleaba con mi maneta izquierda, sujetándola como podía mientras pedaleaba, para poder mantener metido el plato grande, ya que éste no enganchaba. El dolor de espalda en la zona cercana al hombro izquierdo de días después (y la mala leche que se me estaba poniendo en carrera) son un claro ejemplo de la paliza que me di en la bici... menos mal que sólo eran 20 km. La imagen del día 18, mucho mejor, la del pequeño grupo de 4-5 unidades que conseguimos formar entre varios triatletas. Buenos relevos, buen ritmo siempre pasando gente, buenas subidas a Garabitas y bien acoplados en el llano. La última vuelta se escaparon un par de ellos, pero había que ir pensando ya en el tramo de carrera a pie y reservar un poco.
La tercera imagen, para la carrera a pie. En el sprint, corriendo con rabia y fuerza, tras el pequeño fallo mecánico en bicicleta, desde los primeros metros hasta el final. Recorrido de menos de 5 km, claramente, pero pese a todo considero que, al menos para mí, un tiempazo. Séptimo mejor tiempo en este tramo de mi grupo de edad. Ahora, la clasificación para el Campeonato de España muy lejos. En duatlón lo consigo, pero en cuanto metemos el agua en la ecuación, las cuentas no salen. Y el día 18, buenas sensaciones también, pero notando que se trataba de hacer el doble de distancias que dos semanas antes. Pese a todo, adelantando gente una vez más. La imagen, para mis nuevas zapatillas. Las primeras que soy capaz de llevar sin calcetines, al menos para estas distancias (más de 10 km ya sería jugársela). Y eso, a la hora de la transición, se nota.
Ahora, a descansar, y a preparar otro tipo de 'retos' que se avecinan. Y ya, para después del verano, a primeros de octubre, y si todo va bien, a acercarme al Titán. El objetivo, estar. Luego ya veremos.
2 comentarios:
Las imágenes que se nos quedan en la retina son las mas valiosas. Esas, aderezadas de las sensaciones y el sabor a cansancio en la boca, son las que hacen que volvamos una y otra vez.
Hale, titán!!
Ya ves. Creo que tienes razón, que son esas imágenes y sensaciones las que más enganchan.
Ya estoy deseando salir a buscar más de esas imágenes.
¡Un saludín!
Publicar un comentario